viernes, 1 de diciembre de 2017

Posdata

Mario hablaba de una nueva acepción, la cual añadiría la realidad completa a la memoria popular, lo expresaba así:

“[…] En la modesta plaza de una ciudad que figura en el atlas, suele erigirse un monumento a un personaje cuya posdata lo derrumbaría”

Las posdatas tumban leyendas de personas idolatradas a lo largo de la historia, como Aquiles que tal vez no fuera tan hábil o Guillermo Tell tan cierto. Pueda ser que ni existieran.

A veces contemplamos personas que desbordan nuestras expectativas, que nos maravillan, bien sea por su voz, su físico, su inteligencia, su humor, etc.

Llega un punto en el que esa persona torna en referente y se aleja de la esfera de lo normal para volverse cuasi-inexpugnable, sólo si se activan una serie de mecanismos, por ejemplo una opinión que nos choque, algo fuera de lugar, volverá al terreno de lo mundano. Pero ojo  a sus respuestas pues siempre es posible volver a esos altares de la nada.

En lenguaje coloquial a este acontecimiento se le llama fenómeno fan.

Hay muchos tipos de personas que pueden llegar a ser encumbrados, aunque sin duda los más retorcidos son aquellos que dominan la oratoria. Duda siempre de quien habla y no le entiendes, no dejes que las luces discursivas, esos recursos que quedan tan bien en las frases, cieguen el fondo de lo que se habla, hay que ver más allá de la apariencia para conocer la verdad, las intenciones.


Al fin y al cabo todas las personas tenemos posdata.



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